CON “TWILIGHT” , EL VAMPIRO MÁS SEXY DEL PLANETA HA CONQUISTADO EL CORAZÓN DE MILLONES DE CHICAS. CON “REMEMBER ME”, UNA HISTORIA DE AMOR TRISTE Y SENSIBLE, QUE SALE EN DVD, SE LO ROMPE.
Por Florence Trédez.
Robert Pattinson, 24 años, alias Rob Patz, el sobrenombre que le dan sus millones de fans, por más que rueda en mega superproducciones hollywoodienses, no es americano, sino inglés.
Robert Pattinson, 24 años, alias Rob Patz, el sobrenombre que le dan sus millones de fans, por más que rueda en mega superproducciones hollywoodienses, no es americano, sino inglés.
Y acarrea con él toda una mitología británica que se adapta a su imagen.
Primero su inalterable popularidad de gentleman que se transparenta a veces cuando deja su chaqueta a una periodista americana que se estremece.
O cuando tiene la elegancia de no resaltar jamás, deshaciéndose de comentarios pretenciosos que son molestos.
“Mi cabello representa el 75% del resultado en la pantalla”, dice para explicar su éxito en el papel de Edward Cullen, el vampiro adolescente de la saga de Stephenie Meyer.
Su sangre británica se transparenta todavía en su físico romántico, perfecto para encarnar un remake de “Cumbres Borrascosas” o de una adaptación al cine de un romance de Jane Austen. Grandes ojos de chica, rematados por un par de cejas proporcionadas y bien diseñadas, labios rojos, cuerpo alto y delgado, hace tiempo contaba con su físico andrógino.”
Comencé a posar a los dieciséis, como era alto y me parecía a una chica, tenía un montón de contratos, porque en esa época todo el mundo quería a los chicos un poco femeninos.
Y después me volví un poco más masculino, por lo que nadie me llamaba. Verdaderamente, he tenido la carrera de modelo más catastrófica que se conoce”.
De niño fue la misma cabeza de turco de sus dos hemanas mayores, a causa de sus bellos rizos castaños y su mirada de cervatillo (cariñoso).
“ A los doce años, me ponían en fila y me presentaban a la gente bajo el nombre de Claudia”. Una experiencia sufrida que no ha podido mermar su flema típicamente británica.
“Y a los doce años fuí a un colegio mixto, y descubrí la gomina y llegué a ser cool”.
Él sigue así.
El cine viene a él
Lo menos que se puede decir es que Rob Patz no peca en exceso de megalómano.
El cine viene a él
Lo menos que se puede decir es que Rob Patz no peca en exceso de megalómano.
Se convirtió en actor en un telefilm de época, “El anillo de los Nibelungos”, y el bombín, no lo conoce.
Su madre, directora de una agencia de modelos, no creía verdaderamente en su futuro como comediante y le había aconsejado dirigirse hacia otra vía.
Y el bello Rob destaca, en lo que se refiere a él en cultivar el arte de la crítica, en el sentido de la autoburla y en el humor en frio.
“Cuando era más joven, explica, me sentía a menudo agredido.
Me sentía un poco idiota, y siempre he pensado que esos ataques eran injustificados.
Comencé mi carrera de actor y me comporté como un actor, en fin, digamos como yo pensaba que un actor debería comportase.
Es lo que provoca en mucha gente el deseo irreprimible de pegarme”
El papel de Edward Cullen, el no sudó sangre y lágrimas para obtenerlo.
El papel de Edward Cullen, el no sudó sangre y lágrimas para obtenerlo.
No, Pattinson llega hasta él un poco por azar, depués de haber interpretado un pequeño papel en “Harry Potter y el Cáliz de Fuego”, que le dio a conocer al gran público.
Incluso después de haber rodado el primer episodio de la saga, no está convencido de su talento y suerte, en medio de la primera proyección del trabajo, asqueado de verse en pantalla. Evidentemente “Twiligth” se convierte en un fenómeno mundial y Rob, en la presa de los paparazzis y de las niñas excitadas por su cabellera hábilmente despeinada y su figura de mármol.
Pero todavía, Mr. Pattinson guarda su sangre fría y su humor a toda prueba.
“Fui a una convención de autógrafos.
Es una de las experiencias más interesantes que jamás he visto.
Es realmente extraño toda esa gente que paga por tener una firma tuya, no paraba de preguntarme: podría también hacerles un pequeño baile o cualquier otra cosa por el estilo”.
Hastiado, Rob, quien siempre ha tenido miedo de las multitudes, estará obligado con las “twilighters” hasta 2012, fecha en que la saga acabará.
Vampiriza la pantalla
Aunque no ponga mucho de su parte, Rob tiene un carisma digno de los más grandes.
Hastiado, Rob, quien siempre ha tenido miedo de las multitudes, estará obligado con las “twilighters” hasta 2012, fecha en que la saga acabará.
Vampiriza la pantalla
Aunque no ponga mucho de su parte, Rob tiene un carisma digno de los más grandes.
En "Remember Me”, drama romántico rodado entre dos “Twilight”, sólo se le ve a él. Rob fumando cigarrillo tras cigarrillo, torturado por el suicidio de su hermano Michael.
Rob jugueteando vestido bajo la ducha con Emilie de Ravin, de la que el está locamente enamorado en la película.
Rob desestabilizado por la actitud de su padre, un hombre de negocios que descuida a su familia. Rob desbordante de ternura hacia su hermana, una niña precoz dotada para la pintura.
Resumiendo, tuvimos “El día de la falda”, y bien, “Remember me” es un poco, “El día de Rob” .”Tyler Hawkins, el héroe de la película, es un joven furioso, explica, serio por un vez.
A los 19 años, yo tuve esta rabia un poco desordenada”
¿A la manera de un Jack Nicholson, su ídolo?.
De todos modos, Rob Patz ,tiene el don de hipnotizar a las masas, tanto en la pantalla como en la vida. Las fans siguen con tanto interés las aventuras de la pareja hipotética que forma con Kristen Stewart, su compañera en “Twilight”,como las de Edward Cullen, aunque él no haya confirmado la relación.
Jura ser soltero y asegura: “el 99% de lo que dicen los tabloides es falso”.
Entretanto, su verdadera historia de amor, la tiene con nosotras, sus fans.
Que vemos en este joven actor el rock’n'roll, sexy y en absoluto como otros, de la verdadera sangre nueva de Hollywood.
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